Cosentino aborda un audaz desafío literario con una obra que, más allá de la ficción, trasluce su conocimiento y pasión por los temas campestres. Vuelca toda su experiencia como narrador de temas complejos, en un estilo simple y coloquial, en su novela “La guitarra mágica de Martín Fierro. El rito de iniciación en la obra de dos maestros masones: Wolfang A. Mozart y José Hernández”. Apunta en ella a una interpretación iniciática y filosófica del Martín Fierro. Por debajo de la ficción se sustenta un intensivo trabajo de investigación sobre el pensamiento y las motivaciones del autor, así como las circunstancias políticas y sociales del momento histórico en el que José Hernández escribió su obra icónica.
Cosentino propone (no en forma directa, sino a través de personajes ficticios), que el Martín Fierro esconde un rito de iniciación, inspirado en la masonería del rito escocés antiguo y aceptado. Para un mayor atrevimiento, redobla su apuesta comparándola con otra obra que es ampliamente reconocida por su contenido iniciático: “La flauta mágica”, de W.A. Mozart, escrita y estrenada en el año 1791, casi simultáneamente con la Revolución Francesa de 1789. El Martín Fierro fue escrito varias décadas después, pero el momento político es muy similar: los albores de la Organización Nacional.
En ambas obras, inspiradas en las ideas del Iluminismo, los personajes centrales deben superar una serie de pruebas que se nos revelan con clara simbología iniciática, para alcanzar la luz del conocimiento y elevar a los mismos a la categoría de Maestros. El profano transmuta sus vicios y prejuicios en virtud y sabiduría.
El Martín Fierro es no sólo una obra fundacional de los orígenes de la Nación. Es también un manual de ética criolla. Cosentino se propone descifrar y comparar los símbolos, las similitudes y diferencias entre ambas obras, La flauta Mágica y el Martín Fierro, que no casualmente consta de 33 capítulos. Los secretos arcanos van siendo revelados, uno a uno, ante la sorpresa del lector, a medida que se va adentrando en una lectura profunda del Martín Fierro.
RESUMEN
“Uno es el sol, uno el mundo.
Sola y única es la luna.
Ansí han de saber que Dios
no crió cantidad ninguna.
El ser de todos los seres
sólo formó la unidá.” M.F.
Con estos cantos, Fierro contesta las preguntas de su retador, “El Moreno”, sobre el significado del tiempo y la medida; el peso y la cantidad.
¿Qué subyace debajo de este relato?
Un hombre viene a vengar la muerte de su hermano a manos de un gaucho que había jurado ser más malo que una fiera. Y lo hace desafiándolo en un duelo de guitarras, con las más audaces, inesperadas y reveladoras preguntas.
Orestes, un periodista neuquino, intuye que detrás de esta historia del Martín Fierro se oculta un contenido iniciático. Luego de ver “La flauta mágica” encuentra curiosas coincidencias entre ambas obras.
Con la ayuda de ocasionales amigos, de perfiles diferentes y complementarios, logra ir descifrando su significado masónico: el viaje simbólico de un gaucho, desertor y matrero, en el que debe enfrentar una serie de obstáculos que desafían su templanza. En ese juego deberá reivindicar sus más íntimos valores, injustamente trastocados por circunstancias hostiles y ajenas a su voluntad.
Una vez superadas las pruebas a las que es sometido, Fierro sufre la transmutación del Iniciado. El profano renace como hombre libre y de buenas costumbres.
El sueño de los alquimistas se hace realidad.
El metal de bajo valor es transformado en oro.
EL DILEMA MORAL DE LOS ARGENTINOS
¿Fue José Hernández un visionario, que supo anticipar las desgracias y las malicias que enturbiaron los tiempos que se sucedieron hasta nuestros días? ¿Pretendió advertirnos de que ya se estaba incubando el huevo de la serpiente?
¿Nos hemos dejado llevar por las picardías y vivezas del Viejo Viscacha (sic), en lugar de seguir los consejos que dejó Martín Fierro a sus hijos, para que fueran divulgados a los cuatro vientos?